miércoles, 30 de mayo de 2012



Y creo que esta vez lo entendí, luego de muchos golpes, de muchos tropiezos, de muchas cagadas a pedos, de muchos perdon, de muchos problemas, de muchos llantos, de muchas risas, de muchas peleas, de muchas cachetadas.
De una vez por todas lo entendí, puedo ser feliz.
Dejar que las cosas no me atormenten, que las cosas malas pasan, son reemplazadas por las cosas buenas. 
Entendí que a veces las malas son más que las buenas, pero las buenas son las que más importan y las que más significado tienen.
Entendí que en la vida te van a cagar una y mil veces, pero tenés que seguir, por tu familia, por tus amigos, seguir por vos mismo.
Entendí que la vida se trata de reír y de llorar.
Entendí que en la vida la gente va y viene como el viento, pero no todas se quedan en tu mente y corazón.
Entendí lo grandioso que es Dios, el amor que nos brinda, su alegría, aquellas señales que nos manda. Esos mensajes subliminales que tenemos que saber descubrir.
Entendí que la gente muere y la vida continúa sin ellos, no porque no hayan significado nada, al contrario. Recién cuando mueren es cuando los notamos más cerca que nunca.
Entendí lo que es vivir cada día plenamente y que no hay nada mejor que eso.
Entendí por fin, que sólo se vive una vez.




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